Por Noemí Alarcón, Directora ATE.
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Muchas de las exigencias planteadas a directivos y a docente tienen que ver cobertura curricular, sin embargo, cuando analizamos cuanto impacta la cantidad y/o la calidad, yo me inclino sobre calidad, y esta se logra siempre y cuando diseñemos procesos pedagógicos centrados en la toma decisiones a través de un trabajo colaborativo.
Por lo tanto para asegurar procesos pedagógicos en los alumnos, no basta con la entrega de material en guías o fichas de trabajo, pues debe considerar como indispensable el proceso de reflexión pedagógica que realiza el docente con el equipo de colaboradores, permitiendo dar cuenta del debido proceso, que retroalimenta y fortalezca la ruta pedagógica de los Objetivos de aprendizajes, considerando que es irremplazable el rol docente en todo momento ya sea a través de la mediación, modelamiento, colaboración y/o facilitación de las experiencias.
Entonces cual es el debido proceso y que debemos considerar
Un debido proceso considera que los profesionales y el equipo de apoyo identifican las necesidades del estudiante para el logro de los objetivos, definiendo una ruta de trabajo acorde a las diversidad en el aula, para ello se anticipan remediales que facilitaran el avance para el logro de la meta planteada para cada estudiante, evidenciando en todo momento el avance y las sugerencia y apoyo que se requieran, comunicándolos al estudiante, a su familia de manera formal.